El otro día fui a la casa de mi a-
buela para jugar con mi primo.
buela para jugar con mi primo.
¡Y la pobre a se quedó solita al final de la línea!
Como las vocales no saben estar solas al final de una línea la pobre a se perdió y desde entonces el niño nunca más pudo utilizar las a en sus oraciones.
Estos son ejemplos de oraciones que hizo desde entonces el niño:
El elefente comíe en le sebene.
Les niñes de mi clese son muy simpétices.
Y, por supuesto, sacó muy mala nota en Lengua. Y todo por olvidarse de una regla fundamental: nunca se debe dejar una vocal sola al final de una línea. ¡Que las vocales son muy indefensas, hombre!
Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
Jajajajajajaja.
Como las vocales no saben estar solas al final de una línea la pobre a se perdió y desde entonces el niño nunca más pudo utilizar las a en sus oraciones.
Estos son ejemplos de oraciones que hizo desde entonces el niño:
El elefente comíe en le sebene.
Les niñes de mi clese son muy simpétices.
Y, por supuesto, sacó muy mala nota en Lengua. Y todo por olvidarse de una regla fundamental: nunca se debe dejar una vocal sola al final de una línea. ¡Que las vocales son muy indefensas, hombre!
Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
Jajajajajajaja.
que wai esta el cuento jajjajajajajjajjajajaajajajajajajajajajajjaajajajajajajajajaj. adiós
ResponderEliminarmaestro la verdad es que.................
ResponderEliminarsiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii
maestro no me vale lo de apolo y dafne y lo e intentado y no vale y yo no lo voy hacer
ResponderEliminarNoemí Benítez Galán
Que guayyyyyyyy jajajajajajajajajajajajajajajajajjajajajaj pon mas cuentos adiós
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