jueves, 24 de marzo de 2011

Historia de amor en mi libreta de Mates

Todo fue inesperado. Aquella mañana, como todas las mañanas de jueves, abrí mi libro y mi libreta de Mates antes de que el maestro tuviera que decirlo cinco veces más y se enfadara como un mameluco (no sé por qué, pienso en los mamelucos y me los imagino enfadados: ¡como eran guerreros...!).
Total, que el maestro, efectivamente, se enfadó como un mameluco con Laura y Felipe porque eran las 9:12 y todavía no habían sacado sus materiales. Entretanto me dispuse a poner la fecha en mi libreta con mis nuevos bolígrafos fosforescentes. Pero mi sorpresa fue MAYÚSCULA cuando me encontré lo siguiente a todo lo largo de la hoja del cuaderno:
Miré amenazador a mis compañeras de pupitre, Claudia y Selene que van llenando de corazoncitos todos los huecos blancos con que se encuentran. Ellas me miraron extrañadas. Les mostré mi libreta y ambas negaron rápidamente con la cabeza. No sé por qué, yo me puse rojo y ellas se sonrieron.
- ¡Bah! -exclamé.
Pensé en mi hermana mayor, pero en sus corazones siempre salía ese antipático de Carlos y, además, como no quiere estudiar, no creo que supiera escribir correctamente obtusángulo. Así que también la descarté a ella. Ya no se me ocurría nadie más a quien culpar de aquel delito que se había cometido en mi libreta, por lo que me puse a hojear por si encontraba más "barbaridades amorosas". En la página de éjercicios del día anterior encontré el cuadro con la clasificación de triángulos y todo parecía en orden. Pero fijándome con más atención observé a los triángulos escaleno y obtusángulo de esta guisa:
¡Os lo juro que yo no los había pintado así! Yo los hice perfectamente con la regla y los coloreé apretando bien las ceras, de tal modo que el maestro me felicitó. Pero para nada les puse a ninguno palomita o lacito en el pelo. ¡Esto era un sabotaje! Sin pensármelo dos veces arranqué la hoja, la hice una bola bien apretada y la tiré a la papelera. Revisé de nuevo mi libreta y no encontré nada más extraño que alguna falta de ortografía bastante seria o un manchón de tippex. Más tranquilo, me puse a escuchar a Luis que estaba corrigiendo el ejercicio número 2. Justo en ese momento lo terminó y el maestro se dirigió a mí:
- Sebas, corrige tú el número 3.
Busqué en mi libreta mientras un presentimiento extraño recorría mi cuerpo. ¡No encontraba el ejercicio 3, ni el 4, ni el 5! Miré a la papelera y estoy seguro de haber escuchado desde allí unas risitas maliciosas. Cuando miré al maestro para tratar de explicarme se vino a mi cabeza, como una amenaza, la imagen perfecta de un ejército de mamelucos.
David Robles
Ilustraciones: Bea y Noemí

8 comentarios:

  1. maestro menuda historia mas tonta,me he reído mucho, los dibujos están muy bien echos.


    Un saludo de: Dani es danielito el pelmazo

    del distrito.

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  2. maestro que chulo esta el cuento me e reido un monton maestro eres un loco que lo sepas por qe las cosas que dices y que dices son muy graciosas
    jajajajajjjajajja

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  3. maestro me hagustado mucho el cuento ha estado muy gracioso

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  4. Hola maestro.Soy Lucía de 5ºB.
    Gracias por dejarnos ver el blog de tu clase 5ºA.
    Me a gustado mucho esta historia de amor.
    Felicidades a ti y a tus alumnas Bea y Noemí.
    Saludos Lucía 5ºB

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  5. Profe, es muy chulo el cuento. Mi seño a veces se pone un poco mameluca je je je...

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  6. Maestro el cuento es chilísimo y eres más loco que lo que yo creia

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  7. hola maestro que chulo es el cuento claro si es que lo e hecho yo el dibujo como no va a salir también porque yo e hecho el dibujo




    Noemí Benitez Galán 5ºA

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  8. Esta muy bien la historia y es muy graciosa.

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